¿Por qué existimos?

La progresiva urbanización de nuestras ciudades particularmente Bogotá aceleró el asentamiento de familias de procedencia rural en las urbes de nuestro país, agravándose esta situación por el movimiento de población desplazada por el conflicto armado. Este flujo migratorio presionó la formación de cinturones de miseria desprovistos de los bienes y servicios que brinda el Estado. Las viviendas precarias, la carencia total de los más elementales servicios han sido una continua amenaza para la vida misma y ocupa a todos los miembros de la familia en la búsqueda de soluciones a los problemas de subsistencia.

 

En consecuencia, la familia originalmente sólida se torna vulnerable y termina por romperse bajo la presión de las demandas que impone la vida urbana. Estas irregularidades son procesos graduales que generalmente se inician con el abandono de la familia por parte de su jefe o adultos responsables, lo que resulta en el desamparo de los niños, quienes deben sobrevivir por sí mismos en condiciones de privación e incertidumbre.

" vulneración de los derechos fundamentales de la población infantil."

Estas circunstancias generaron en la década de los ochentas un crecimiento rápido del problema del niño en situación de calle, desvinculado totalmente de la familia. Así el niño aprende estas reglas de supervivencia en la calle y adquiere patrones del comportamiento de la sub-cultura callejera, prostitución, explotación sexual, conductas delictivas, consumo de psicoactivos, mecanismos ilegales para sobrevivir.

Otra situación causante de esta problemática ha sido el bajo acceso a la educación básica por parte de un gran porcentaje de la población, que incide en el aumento del índice de crecimiento demográfico por falta de un control natal adecuado; la proliferación de uniones libres, la iniciación de relaciones sexuales a edades tempranas (12, 13 años niñas) (14,15 años niños) y los cambios permanentes de pareja, son otras causas que tienen como consecuencia el abandono de hijos engendrados irresponsablemente.

Es en ese contexto socio-familiar y geográfico del problema en donde toma cuenta la Fundación Niños de los Andes con los niños de y en la calle, proponiendo su proyecto integral de atención.

Hoy los índices de violencia intrafamiliar son tan altos, que los casos de niños maltratados continúan aumentando: Según datos de Medicina Legal, en los primeros cuatro meses de 2019 se reportaron 7.141 casos de abuso sexual, el tipo de violencia que más golpea a nuestros niños y cada día 59 niños son víctimas de violencia sexual en Colombia. Este panorama muestra una flagrante vulneración de los derechos fundamentales de la población infantil.

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