Educación de calidad
La educación de calidad debe ser un derecho fundamental.
En Colombia, según datos de la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo), por cada 100 niños que entran a primero de primaria, solo 44 logran graduarse de bachillerato a tiempo; y, de 100 bachilleres, solo 39 logran acceder a educación superior.
Los últimos resultados en 2018 de la prueba Pisa, que evalúa las habilidades y conocimientos de los estudiantes de 15 años en lectura, matemáticas y ciencias, son desalentadores. El país presentó una diferencia entre 80 y 100 puntos con respecto al promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En otras palabras: un joven colombiano cuenta con 2,5 años menos de escolaridad que otro alumno promedio de la OCDE.
Esto se debe a muchos factores. Uno trascendental es la calidad de la educación, pues Colombia no cuenta con un currículo oficial guía para los colegios o las escuelas, a diferencia de los países con sistemas educativos exitosos. Además, de los 100 mejores colegios del país, 97 son privados, lo que muestra una gran brecha en términos de calidad. De allí que las competencias de los jóvenes no sean suficientes, pues la mayoría de estudiantes colombianos son de bajos recursos y únicamente pueden acceder a instituciones públicas.
En la Fundación Niños de los Andes, una organización sin ánimo de lucro, garantizamos que nuestros niños, niñas y adolescentes de los programas de internado asistan al colegio con los elementos necesarios y que cumplan con sus tareas y responsabilidades. Sin embargo, hemos evidenciado que ganar becas para entrar a la universidad es muy complicado. Razón por la cual, creemos que la calidad de la educación básica pública debe ser fortalecida; nuestros niños merecen el futuro que sueñan.
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